miércoles, 8 de febrero de 2017

Mark Foo



23 de Diciembre de 1994, Half Moon Bay (California). La excitación se palpaba en el aire mientras llegaban a la zona algunos de los mejores y más reconocidos surfistas hawaianos de la época: Ken Bradshaw, Brock Little y Mark Foo. El motivo era por supuesto surfear la hasta aquel día no tan conocida ola de Mavericks. Este 23 de Diciembre era ya parte de la historia desde el momento en que los mejores surfistas de olas grandes (locales y hawaianos), las revistas más prestigiosas de la época junto con sus fotógrafos y camarógrafos convergían en este único sitio para vivir un día épico para la memoria del surfing mundial.

Surfistas locales de Mavericks como Jeff Clark aseguran que era un día en el que se sentía algo especial en el ambiente, algo en sus propias palabras, trascendental. El spot que llevaba surfeando durante años se ponía en el mapa de la mano de los más respetados surfistas hawaianos.

Esta es la parte bonita de la historia. Sobre las 11.20 p.m. un set de olas mediano y un pico bastante poblado eran el inicio de la sesión del 23 de Diciembre de 1994. Mark Foo rema potentemente la segunda ola del día, que no se puede particularmente calificar de mediana, sino sobretodo poderosa. El hawaiano Mark Foo ejecuta una especie de late take off, consigue posar los pies sobre la tabla pero unas milésimas después pierde el control y se estampa en un visto y no visto con la cara de la ola en la parte con más fuerza de la misma.

El viaje no ha hecho más que empezar. Hay dos tiros de cámara que muestran la ola de Mark Foo, el de la izquierda se ve perfectamente la remada, el take off, y la velocidad con que desaparece tras no conseguir permanecer en la tabla. No se ve más. En el tiro de cámara de la derecha se aprecia todo eso y además como el labio le lleva del interior de la ola hasta abajo cuando rompe la parte principal de la misma.

Contemplando la bestialidad de elementos tales como la ola, la velocidad, el fondo de rocas se puede explicar que una persona muera en éstas circunstancias. Sin embargo, en el cuerpo de Mark Foo, rescatado 2 horas después de su última ola por algunos de los compañeros que volvían de vuelta en un barco, no se aprecian traumatismos graves, tan sólo algún rasguño en la frente. Tras la posterior autopsia se confirma que tampoco hay indicios de lucha o forcejeo….

Después como lo que pasa con cualquier trágica y trascendente historia se ha hablado de todo. Algunos dicen que no estaba del todo descansado tras el largo viaje desde Hawai la noche anterior o que seguramente se quedó liado con el invento, la tabla o las rocas del fondo. Posteriormente Mike Parsons que era uno de los surfistas que ese día estaba en el agua, asegura que después de tirarse en la ola previa a la de Foo, junto con Brock Little en lo que fue un wipeout doble, sintió en esa segunda ola que trataba de evitar algo en el fondo que pensó sería Brock Little, pero sin embrago, Brock se hallaba ya haciendo pie en la roca. Sin duda ese que sintió Mike Parsons parece que fue a un Mark Foo viajando a un destino irrevocable. Hasta aquí el hombre, después la leyenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario